domingo, 10 de marzo de 2013

Un Misterioso Protector

El Padre Josemaría Escriva es ayudado por su angel de la guarda en un momento de peligro.

Caminaba el padre Josemaría una tarde por Madrid. De pronto un sujeto desconocido se acercó a él de modo amenazante. Esta era una época en que la Iglesia fue muy perseguida en España. El sujeto lo agarró, y en voz alta comenzó a insultarlo y a empujarlo. El padre Josemaría estaba muy asustado, pues nadie lo ayudaba, y el agresor quería haserle daño. De repente, cuando el padre se sentía totalmente indefenso, apareció un hombre robusto que detuvo al sujeto por los brazos y evitó que continuasen las agresiones. Viéndose superado, el agresor huyó de la escena. 
El misterioso protector le dijo mientras se marchaba: -"¡¨Borrico sarnoso!....". Momentos después, Josemaría recordó que ese apelativo de 'Borrico sarnoso' lo usaba él para referirse a sí mismo, y que esto sólo lo sabían Dios y su Ángel guardian.

Biografia San Jose María Escriva De Balaguer

San Josemaría Escrivá de Balaguer nació en 1902 en España y murió el 26 de junio de 1975 en Roma. Es el fundador del Opus Dei. Su fiesta es el 26 de junio.

Nuestro Angel Custodio
Cada ser humano, cristiano o no cristiano, en gracia o en pecado, tiene su propio Ángel custodio, y no sólo los niños. El ministerio de los Ángeles de la guarda, consiste, en guardarnos de los peligros del cuerpo y el alma prevenirnos del engaño de Satanás como los malos pensamientos, y en quitarnos las ocasiones de pecado y ayudarnos a vencer la tentación. En tercer lugar, en esclarecernos, e intruirnos y fomentar en nosotros pensamientos santos y piadosas palabras. Nuestro Angel de la guarda, ofrece a Dios nuestros rezos, intercede por nosotros y busca corregirnos si pecamos. También nos ayuda, asiste y consuela en los últimos momentos de nuestra vida. Cuando ya hemos muerto, nos acompaña en el camino de nuestras almas ya sea al Cielo o al Purgatorio para allí consolarnos. Nuestros Ángeles de la guarda nos cuidan, nos sostienen, nos conducen. Varios santos tuvieron manifestaciones exteriores de los mismos. Estos ángeles tienen nombres individuales, solo hay que saber preguntárselos.
Oración: Angel de la guarda, dulce compañía, no me desampares ni de noche ni de día. No me dejes solo que me perdería, hasta que descanse en los brazos de Jesús, José y María.     

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