domingo, 6 de enero de 2013

¡El Dolor Se Va!

Un niño sana inexplicablemente de una grave enfermedad gracias a la intercesión del ahora Santo Hermano Pedro de San José Betancourt.
El pequeño Adalberto González, oriundo de Vilaflor de Chasma, de la isla canaria de Tenerife (España), tenía un linfoma intestinal; el intestino estaba invadido de tumores, de cáncer, y los médicos decían que era imposible su curación. Después de que le diagnosticaron la enfermedad, el 24 de abril de 1985, se inició una terapia muy fuerte para la salud de aquel niño que contaba con apenas 5 años de edad. Luego le aplicaron un tratamiento que iba a trabajar lento, pero la curación parecía casi imposible.
 Con la reliquia del beato. 
 Fue entonces cuando sor Giorgina, una monja betlemita italiana, le llevó una reliquia del Hermano Pedro. Al estar acostado el niño sufría fuertes y terribles dolores. Sin embargo cuando la religiosa tomaba la imágen del Hermano Pedro y la pasaba por el vientre del niño, sorprendentemente se le quitaba el dolor. Después de un tiempo de estar con medicinas, los médicos iban a abrirle para ver si había mejorado aunque fuera poco. La sorpresa fue cuando vieron que todo estaba limpio. Los médicos dijeron que era como si el cáncer lo hubiesen borrado con goma.
Novena al Hermano Pedro.
La familia, había comenzado a rezar desde ese año una novena para pedirle a Dios por la salud del niño, por medio de la intercesión del beato Hermano Pedro. La novena se hizo pública y se llevó a cabo una peregrinación hacia la cueva en Tenerife, donde el Hermano Pedro solía orar desde niño. Al sanar, el niño Adalberto fue a esa misma cueva junto a su familia para agradecer por su curación. Hoy Adalberto González se siente feliz de ser la prueba viviente de la santidad del Hermano Pedro de San José Betancur, a causa del milagro atribuido a su intercesión que le abrió las puertas para su canonización.
San Pedro de San José de Betancourt 
Es conocido cariñosamente como "Hermano Pedro" (1626-1667)Nacido en Tenerife Islas Canarias(España). Terciario franciscano, vivió en la ciudad de la Antigua Guatemala, Centro América. Es el primer santo guatemalteco y tinerfeño. Su fiesta es el 25 de abril.
Para pensar y trabajar
  1. ¿Puede una reliquia producir un milagro de curación?
  2. ¿Por qué en algunos casos hay sanación al pedir por la curación de un enfermo y en otros no?
  3. ¿Es necesario ser devoto del futuro santo para que de produzca la curación?

No hay comentarios:

Publicar un comentario